Donatella Versace ha querido (como en verdad siempre hace) poner su toque de "humor rebelde" en la pasarela de Milán para hombres con una colección en la que el estilo western se reinventa siguiendo las directrices de la casa Versace. Los modelos se convirtieron en improvisados vaqueros en los que el cuero, los estampados propios de la casa y una paleta cromática en negro y dorado, fueron los protagonistas indiscutibles del menú de tendencias presentado por la maison para esta temporada Otoño-Invierno 2014/2015 en la que siguiendo la tónica habitual, lo extravagante y lo poco discreto se convierte en su apellido: quien ama Versace lo encumbra y quien lo odia, lo sepulta.
El estilo western se nos presenta en un formato muy versachesco: blusas de seda estampadas con detalles iconográficos de la casa como son las medusas y las cadenas pero introduciendo otros nuevos más relacionados con el leit-motiv de la colección: herraduras, toros, estrellas de shérif... Todo ello conjuntado con pantalones de cuero de acabado satinado y corte slim fit, en ocasiones con abiertos en caderas y rodillas y patchoworks gráficos que combinaban varios tipos y colores de piel de cordero.
El denim también se apunta a la moda country (no podría faltar como buen vaquero que se precie) aunque prefiere añadirle su toque personal en forma de patchworks de cuero, apliques metálicos en tonos dorados, parches, rotos y descosidos y un corte silueta muy ajustado. Se combina con prendas de abrigo en las que el carnero o el mutón se convierten en los forros interiores y exteriores predilectos.
La parte sartorial y más formal ha preferido optar por los trajes de corte ajustado con americanas sencillas, ninguna de ellas de solapa cruzada, unido a estampados y parches que siguiendo la temática de la colección, inmortalizaban el conjunto. Paleta cromática en torno a los negros y los rojos con algún que otro toque inglés en forma de tweed y cuadro de gales en las blazer y un conjunto de chaquetas de lana con apliques de cuero.
Cabe destacar sobre el resto a los accesorios, en los cuales el dorado se ha impuesto en brazaletes y collares así como en las corbatas presentadas con el broche en forma de estrella de sheriff. Los bolsos de mano que se anclaban a las muñecas a modo esposas fueron, junto con las camisetas interiores con calzoncillos a juego presentadas en el típico print de la bandana, las grandes sorpresas del desfile.
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