
Ya sabéis que las sandalias para hombre han pisado con convicción las pasarelas, pero quizá por esa ciencia intrínseca a la moda, la meteorología, no las hemos visto aún por la calle. Arrastran para muchos además una connotación contraria a la actitud hipster, así que de momento más vale mantener en la interrogación el ánimo con el que se recibirá una nueva vuelta de tuerca al respecto: las sandalias con calcetines. Sí, forman parte de la peor dimensión de la figura internacional del guiri, pero en realidad las provocaciones son una constante en el mundo del diseño, así que tampoco conviene escandalizarnos. Uno de los transgresores es la firma neoyorquina PetrouMan, de factura fresca y joven, que ha cuajado su lookbook para la presente temporada de sandalias con calcetines a rayas. Completan un outfit definido por shorts y pantalones pesqueros, denim con numerosos patchworks y camisetas y americanas a base de cuadreados y estampados. El prejuicio y el do-not no tiene aquí ninguna cabida.
Otro de los que se atreve con ensalzar el calcetín, en un momento en el que además todo apunta a calzar mocasines y náuticos a pelo, es Michael Kors, que ha decidido ahorrase los gastos en pedicura para sus modelos vistiéndoles con calcetines bajo las strappy sandals. En gris, de maravilloso punto y en perfecta sintonía con el resto de la composición, eso sí. La propuesta tiene su atractivo bajo los focos. Su traducción en el mundo real podría no pasar de: hortera (geek, no chic)
Dior Homme ha presentado una propuesta híbrida, quizá más creativa. Unas romanas de riguroso negro que suman a la sandalia clásica exterior un calcetín negro con cordones. A quienes más que suma de funciones les parezca incesto, deben saber que el calcetín accesorio se puede quitar (¿pero entonces para qué desembolsar antes unos 600 euros?) Desde luego en la dura arena del Coliseo hubiesen tenido su papel.
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