
No sé si todo el mundo tiene la misma percepción que yo, pero no deja de sorprenderme el hecho de que las colecciones para el Otoño-Invierno 2010/2011 tengan estilos totalmente distintos a la seña de identidad de la firma en cuestión. Salvo casos excepcionales, en esta edición de la Semana de la Moda de París se reinventan viejos patrones. Lanvin es un ejemplo más.
Atrás quedó la época de color de la firma. Ahora el color dominante es el negro, roto a veces por algún que otro marrón oscuro.
Los trajes se entallan hasta límites exagerados en alguna de sus piezas. En la colección se han visto chaquetas entalladas a nivel de la cintura o incluso la cadera.
Prendas que se acortan, jerséis de lana que parecen recuperados de nuestra infancia y, sobre todo, mucho look descuidado.
No ha faltado la nota elegante de la firma, aunque he echado de menos los sombreros y las flores en la solapa con los que hace ya tiempo nos sorprendía.
Imágenes | WWD
En Mensencia | Lanvin, Primavera-Verano 2010 en la Semana de la Moda de París