Todas las miradas del mundo de la moda estaban puestas es una sola localización: El Palacio Nacional de los Inválidos en París, la capital del glamour, la elegancia y el estilo, ¿por qué? porque uno de los diseñadores favoritos en el panorama de la moda actual regresaría (con fuerza y a lo grande) a desfilar en la ciudad luz: Hedi Slimane por fin presentaría al mundo su primera colección al frente de CELINE, un show en donde lo que todo mundo esperaba sucedió: la atmósfera enérgica del rock 'n' roll estaba en el aire, pero también el polvoroso fantasma de glorias pasadas nubló con su presencia una colección que, si bien casi conocemos de memoria, volvimos a presenciar de nueva cuenta.
Ni siquiera Suzy Menkes, colaboradora de Vogue a nivel internacional pudo ocultar la similitud que tienen los diseños de la nueva era de CELINE con la época de Saint Laurent bajo la dirección creativa del también fotógrafo y es que apenas comenzar el show, notamos que el desfile carecería de imaginativa, al apostar por un impresionante (eso sí) escenario con espejos que nos remontan al glamour de los escenarios de las bandas de rock de los años setenta.
Los primeros looks en pasarela nos transportaron al pasado, y no porque haya una influencia retro en ellos, sino porque hemos vivido una especie de deja vú con cada modelo que teníamos en frente: ¿Es éste el Dior Homme del 2006? ¿Es una colección de Saint Laurent Paris donde sólo se atrevió a presentar pantalones más anchos y dejar de lado (por un instante) los skinny jeans que ha defendido toda la vida?
Sin embargo eso no es todo, en el afán de plasmar una visión de una moderna estrella de rock Slimane regresó al recurso de las chaquetas en piel, los remaches de metal, abrigos largos (sí, para una colección de primavera) en corte fit, prendas en piel y lentejuelas, eliminando de CELINE el ADN simplista, funcional y elegante sin esfuerzo que su predecesora Phoebe Philo se había encargado de resguardar por años.
Después de ver tan inolvidable colección (porque seguramente lo será), sólo nos queda preguntarnos hacia qué rumbo va la moda: ¿Hacia el giro comercial en donde sólo a grandes conglomerados de lujo les importa el dinero como a LVMH?, ¿a crear estrellas de rock que se visten como una presentando lo mismo en cada colección?
Si, la primer colección para CELINE por Hedi Slimane ha tenido un aluvión de críticas de todo tipo: negativas en el hecho de que esperaban algo acorde a los códigos de la firma parisina, y positivas por hacer que las cosas sigan evolucionando, sin embargo en el caso de Hedi, vemos que tiene muy poco que ofrecer.
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