
Ayer a las 10,30 h tuvo lugar en el Palais Royal de Paris el desfile primavera-verano 2017 de Louis Vuitton donde se vieron las propuestas de Kim Jones para los nuevos nómadas.
Entre las celebrities sentadas en el front-row que no quisieron perdérselo estaban David Beckham, Kate Moss, Nick Robinson, Ben Robson, Lara Stone, Jing Bo Ran, Corey Hawkins, Victor Cruz, Dwyane Wade, Wu Xiubo, y Alan Cappelli Goetz entre otros.
La nueva colección combina la curiosidad del viajero con el ojo del conocedor y la imaginación del narrador. Una espectacular visión híbrida y surrealista con guiños a aquellos antiguos viajeros que durante el siglo XIX viajaron a África, y también al espíritu tribal de Londres y de París sin olvidarnos del homenaje a los Masai, al punk y a la avenida Montaigne.
Todas estas influencias con sus propios rituales y códigos visuales han sido reinterpretadas por medio de cremalleras y correas bondage, animal print estampando prendas confeccionadas en mohair pero con un toque punk, estampados tomados prestados de la estética Masai, además de una mención aparte al tartán de Johnny Rotten y a los chevrones formando orotavas combinados con una complicidad de lo más natural con el Monogram marca de la casa.
La paleta de colores era todo un himno a la sabana africana con colores de la tierra y de la arena secada al sol. De esta colección lo que quizá ha llamado más mi atención han sido los accesorios fabricados con pieles de animales de origen ético a los que había proporcionado un nuevo twist con toques punk en forma de collares de perro.
También se vieron accesorios de cuero con sus bordes cortados en vivo, modelados y patinados a mano que revelaban la excepcional herencia de la casa a través de esta materia prima impresa con los monogramas Encre y Dune.
Sitio oficial | Louis Vuitton
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