
Porque no hay fecha que no se cumpla, los ojos de los amantes de la moda estaban puestos en la capital británica con el tan esperado debut de Riccadro Tisci al frente de Burberry, un evento en donde la expectativa ha sido cumplida a través de una colección de primavera en la que no sólo la marca regresa al formato tradicional del calendario y de sus ventas, sino también que ha hecho del tailoring la clave de su propuesta masculina.
Como era de esperarse, el desfile comenzó con una estética oscura que el diseñador plasmada en la mayoría de sus colecciones para Givenchy, ahora separando por completo el concepto de los looks tailoring de la moda inspirada en las calles.
Metales en el cuerpo
Al igual que su predecesor, Tisci ha hecho que los accesorios de todo gentleman tomen protagonismo, y ahora las sombrillas se llevan a la espalda con modernos arneses hechos con cadenas de metal que contrastan con la oscuridad de looks de corte impecable en donde la camisas y corbata se mimetizan al verse del mismo color.
Paneles bicolor
Para Tisci, la exploración de los materiales siempre ha sido un factor clave en su propuesta, y aquí vemos como paneles que resguardan piezas de exterior como abrigos y cárdigans tejidos contrastan con la ropa que se lleva debajo dándole un giro de modernidad a la elegancia de cada look.
Tonos neutros
Como parte de la visión urbana de esa colección, los colores grises en referencia a la metrópoli se combinan con el tono natural el icónico trench, en el que también se ven paneles en contraste de tonalidades más oscuras como el marrón que encajan perfecto con las bolsas en piel.
Superándose a sí mismo y a lo que muchos esperábamos de él, Riccardo Tisci ha marcado un nuevo capítulo en la historia de Burberry, dándole un gran giro a la prenda y al estilo que forma parte de todo una nación.
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