
No he podido evitar, al ver el look con el que Álex García fue ayer a la cena de nominados a los Goya, recordar aquella mítica canción de Martirio, en la que, con su chándal y sus tacones, iba arreglá pero informal. Afortunadamente, García se dejó el chándal en casa, pero sí apostó por un outfit el riesgo tuvo un muy buen resultado.
Mientras que a la ceremonia de los Goya hay que llevar esmoquin sí o sí, la cena de nominados permite arriesgar un poco más y salirse de la norma. Álex García así lo hizo y se atrevió a combinar un traje tres piezas gris de cuadros ventana con unas zapatillas de color blanco impoluto. Cierto es que lo del traje y las zapas no es novedad, pero aun así no todas las zapatillas quedan bien con este tipo de ropa.
Para la camisa, tipo polo, se decantó también por el blanco y la ausencia de pajarita o corbata. Atención al detalle de los dos botones del cuello, así como a la alternancia de colores de los mismos.
Dejo para el final el chaleco, con solapas y de doble botonadura, que sencillamente me encanta. Me recuerda mucho al chaleco que lleva en la película 'La novia', por la que está nominado a Mejor Actor Revelación en los Goya. Son de un estilo bastante similar. Y si no, juzgad por vosotros mismos.
Imágenes | Cordon Press
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