
Los bañadores son todo un must en verano (lógicamente; es como decir que en invierno se llevan los abrigos) y quizá por eso muchas marcas se aprovechen de este hecho para colocar tal prenda al precio que consideren oportuno. ¿Alguien puede encontrar bañadores en febrero? Nadie. Para cuando quieres comprarte uno, ya estás casi en verano y el precio que pagas por ellos es el que sea con tal de tenerlo listo para tu inminente viaje a la playa.
Sin embargo, lo de algunas marcas por colocar precios astronómicos a los bañadores me parece demasiado. Por ejemplo, el bañador de Hermès que corona este post vale la escandalosa cifra de 530 euros. ¿De verdad ese trozo de tela acuática tiene la calidad o la mano de obra suficiente para costar más de quinientos euros?
Desgraciadamente, no sólo en las camisetas vemos tales precios astronómicos. También en los bañadores nos entra la duda de si el precio se corresponde con la calidad del diseño o más bien con el prestigio de la marca. ¿Estarías dispuesto a pagar un precio que a la legua se ve que no se corresponde con la prenda? ¿Pagarías más de un determinado precio por un bañador?
Entiendo que hay prendas por las que se paga ‘lo que sea’. Por ejemplo, si un sastre me hace un traje de chaqueta a medida y veo que tanto su corte como la calidad de los materiales y la mano de obra han creado una pieza exclusiva para mí y que me siente como nunca nada me ha sentado, pagaría lo que fuese necesario. Pero, ¿hacemos la misma excepción para un simple bañador, por mucho que sea de Hermès?
Algo parecido ocurre con este bañador slip de D&G:
Si fuera de una cadena de ropa asequible, no creo que su precio se acercase ni por asomo a los 25 euros. No parece estar hecho de ningún material especial y ni siquiera tiene un diseño escandalosamente novedoso. Sin embargo, su precio de venta es de 75 euros. ¿Crees que lo vale?
Aunque puestos a hablar de bañadores caros, cómo olvidarnos de la firma Vilebrequin, una firma que sólo cuenta con establecimiento español en Puerto Banús (Málaga). Sus precios oscilan entre los 120 euros de los bañadores más básicos y los 300 de los más exclusivos.
¿Estarías dispuesto a pagar estas cifras por simples bañadores?
Sitios oficiales | Hermès, D&G y Vilebrequin
En Mensencia | Vilebrequin, los bañadores más caros