
El verano está a la vuelta de la esquina y volvemos a correr el mismo riesgo de siempre. No sé si es algo compartido, pero me dan mucha pena los hombres que van a la playa arreglados. Hablo de esos hombres que han decidido hace una semana darle un giro a su vida y empiezan por bajar a la playa en chinos y camisa o con desert boots, bañador y pañuelo, se hacen un book a la orilla del mar y en las rocas de turno y terminan dando paseos solitarios con su sombrero y sus clubmasters en la solapa de la chaqueta. Aquí os vamos a dar 10 razones por las que tenéis que huir de esta idea si es que alguna vez os ronda la cabeza.
1. Hace calor. Os puede parecer obvio, pero cuando estamos en el salón con el aire acondicionado a 20 grados parece que cuando bajemos a la playa vamos a tener la misma temperatura y que no nos va a molestar la chaqueta, el pantalón largo o los zapatos cerrados que llevemos. No os dejéis llevar por esa quimera.
2. La arena tiene una gran entropía. Puedes esconderte, pero nunca escaparás de la arena. Llega a todos los rincones y, antes de que te quieras dar cuenta tendrás arena en la solapa de la chaqueta.
3. ¿Dónde es el cásting? Siempre que en la playa veo a alguien medianamente arreglado (no tiene que ser en traje, pero siempre hay alguno que se pasa de listo con su camisa y su pantalón de pinzas o su sombrero con maxipañuelo) me pregunto "¿a quién estás intentando convencer? ¿Dónde es el cásting?". De verdad que no entiendo el afán de algunos por gustar de esa manera.
4. No eres elegante. Puedes creer que lo eres, pero no es así. Si alguien te dice "qué propio eres, hasta para ir a la playa eres divino" realmente te está queriendo decir "hala hijo, si es que vas dando la nota a más no poder". Sé elegante donde hay que serlo.
5. Cada cosa tiene su momento. Ir a la playa arreglado es como ir a la fiesta de fin de año en bañador. Cada contexto tiene su dress-code, y no es que te lo estés saltando, es que esto es un salto en caída libre sin paracáidas.
6. La playa no es el lugar para demostrar tu elegancia. Demuéstrala cuando la tienes que demostrar.
7. La tía Paqui. Me explico. A lo mejor ir de esta guisa a la playa tiene su sentido si estás disfrutando de un superviaje en las Maldivas, paseando en yate y no utilizando la playa para tumbarte a tomar el sol como hace el pueblo llano. Sin embargo, no creo que sea el caso de la mayoría. Me da pena ver chicos en Benidorm intentando hacerse diferentes del resto para que al final sean las tías Paquis de la Comunidad Valenciana las que los vean (y critiquen).
8. Otra cosa son las fiestas en la playa. Estos looks tienen un pase si vas a celebrar una fiesta a la orilla del mar a la caída del sol. De hecho, en esta situación no deberías llevar bañador. Esto puede resultar un argumento a favor de los que quieren ir arreglados a la playa, pero es que aquí lo que prevalece es el sentido de fiesta, no la playa como lugar al que ir a tomar el sol y bañarte.
9. La ropa sufre mucho. Piensa en la ropa. Vas muy arreglado a la playa, te la quitas, la dejas arrugada donde primero pillas y ahí permanece durante horas. Lo más normal es que, cuando decidas volver a tu casa y te la pongas, esté llena de arena, de sudor y de salitre, todo mezclado en un mar de arrugas y crema bronceadora. ¿No te da mucha pena?
10. Si nada te convence, que al menos no quede constancia en Facebook.
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