Ante la sola mención de brillo facial, estoy segura de que más de uno ha salido corriendo a mirarse en el espejo y pegarse media docena de papelitos de arroz. La piel del hombre tiene exceso de sebo: así lo hemos comentado en multitud de ocasiones.
No eres raro: un 53% de vosotros entre los 20 y los 30 años teneis ese exceso de sebo. El origen es fisiológico y con una adecuada rutina cosmética, que incluye limpieza y sebo-regulador como esenciales, lo mantendrá a raya.
Pero no todas las razones son internas: existen tres razones externas que agravan este exceso. Aunque son difíciles de borrar del rostro, siempre es mejor saber de ellas por si podemos evitar sus consecuencias.
El estrés: siempre la causa de algo negativo, el estrés puede llegar a revolucionar el equilibrio hormonal a favor de más secreción de sebo. ¿Reflexoterapia, yoga, vacaciones, el número ganador del Niño?. Algo habrá que hacer para bajar ese estrés.
La polución, la contaminación, incluído el tabaco: ¿quieres dejar ya de fumar? Todos esos factores aumentan la temperatura de la piel y el sebo se vuelve más fluído. Aunque tengas la misma cantidad, brilla más y encima se dilatan más los poros. Ahí se añade el peligro de más imperfecciones cutaneas.
Por último, cuidado con la elección de tu limpiador facial. Los que no soportais ese exceso de sebo y brillo caéis en el error de utilizar un gel limpiador demasiado agresivo: limpia demasiado y retira todo el sebo. Ahí entra en juego el famoso efecto rebote, el mismo que nos reveló Dj.Alex y que nos llevó a este post .
Excepto por el limpiador, contra estos factores externos, todos sabemos qué debemos hacer pero no encontramos el momento de ponernos a ello: concedernos un momento de relax, bajar nuestro ritmo de vida alocado, dejar de fumar. Difícil no es imposible: inténtalo.
Foto | gorus87, Stephen Poff Más información | Les Nouvelles Esthétiques En Mensencia | El Fairy de la Zona-T: el S.O.S. antibrillo de Collistar, El aceite de jojoba es ideal para las pieles grasas