Anteayer hizo una tormenta de lluvia que nos ha llevado de nuevo a temperaturas algo frías y días nublados de invierno. Pero el Sol ya está acercándose a la Tierra y en cuanto podemos estamos tomando el sol en la terraza, en el bar o en la playa. Es el momento de preparar nuestra piel para la exposición solar.
¿Porqué? Para ponernos morenos de forma más eficaz: debemos realizar una puesta a punto. Durante el invierno hemos medio-abandonado la hidratante corporal y no sentimos la necesidad de una exfoliación como en verano. Es cuando vemos las escamas blancas en la piel, signo de sequedad cutánea y exceso de células muertas. Vamos a remediarlo.
Con la piel en ese estado, la piel no absorbe bien los productos cosméticos, sean hidratantes o protecciones solares. Las células muertas forman la misma capa engorrosa en el cuerpo que en el rostro: hay que exfoliarla con un producto específico.
Existen distintos tipos, a saber: el gel de baño exfoliante, la crema corporal exfoliante o las sales exfoliantes. Cualquier método es eficaz si realizamos el peeling a conciencia y con paciencia en el baño o la ducha. Siempre, siempre con la piel humedecida.
Los geles de baño exfoliantes son un jabón corporal al que le han añadido partículas exfoliantes. Puedes utilizarlo con esponja o con la mano: el resultado es el mismo. Aunque con la mano sientes mejor por donde pasa el producto y si hay restos.
Las cremas o geles exfoliantes corporales suelen ser de grano más grande, un resultado más fuerte. Aunque siempre existe la excepción, es un peeling corporal más intenso que el del gel de baño. No hay inconveniente en utilizarlo también con esponja aunque no esperes que haga espuma y lave.
Para utilizarlo, también debes tener la piel humedecida y limpia. Vas cogiendo pequeñas cantidades de producto y se aplican sobre la piel realizando un masaje: notarás como las partículas exfoliantes van reduciendo sutamaño a medida que vas frotando brazos, piernas, espalda, abdomen, incluso pies.
Si tienes una bañera (no es obligatorio) y tienes la piel seca, las sales exfoliantes bañadas en aceite te van a encantar. El exfoliante son las sales marinas y la base no es una crema ni un gel: es un aceite corporal. Aplicarte ese peeling por todo el cuerpo es un gustazo y el resultado es una piel exfoliada, hidratada y nutrida como nunca. Se nota una piel muy lisa, extra-suave y luminosa. Y en la bañera, además, muy relajante.
Ya tienes la piel lista para recibir mejor los tratamientos hidratantes diarios y, especialmente a partir de este mes, los solares corporales. Un consejo: no vayas a tomar el sol directamente después de un peeling (corporal o facial). Debes dejarle unas horas a la piel para reponer sus defensas naturales. Y cuidadín con el sol: hay que controlar la protección de la piel.
Foto | Pictr 30D
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