A los que no os gusta complicaros a los hombres perezosos, a los que no soportáis la textura de la leche limpiadora esta opción de limpieza diaria de vuestro rostro os va a encantar: el agua desmaquillante o limpiadora.
Es líquido, no es graso, es cómodo, es un producto 2X1: qué más se puede pedir. El agua limpiadora se utiliza con un algodón empapado con el producto, se pasa por la piel del rostro y listo.
Incluso para las pieles más sensibles. Es mucho más suave que el gel limpiador que hay que retirar su espuma con agua. Porque, obviamente, una de las ventajas de este tipo de productos es evitar el contacto de la piel con el agua del grifo.
Una opción intermedia perfecta entre los limpiadores en gel y leche, ideal para las pieles normales o mixtas a tendencia normal.
Para las pieles grasas o con tendencia grasa, la sensación no es tan agradable como el uso del gel limpiador. Pero para el caso nada raro de pieles grasas y sensibles, es la solución.
Como muchas marcas no han entendido todavía que, si ponen en la etiqueta solamente el adjetivo desmaquillante, la gente pasa de largo, debeis saber que es sinónimo de limpiador.
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