Sí. Es otra de esas cosas que os digo que ocurren y que muchos no me queréis creer. Pero lo he olido. Con mi propia nariz. Y no podía quedarme de brazos cruzados como si no pasara nada.
Un hombre adulto no debería llevar jamás colonia Nenuconi ninguna otra colonia para bebé. Llamadme clásica, llamadme clásica. Pocas cosas quedan más... ¿Raras? Las colonias para bebé suelen tener un aroma fresco e infantil, realmente delicioso, pero que a uno deja de pegarle en el mismo momento en que su madre deja de mordisquearle los pies y empieza a comprarle botes y botes de Fungusol.
Sí, huele rico. Sí, lo sé. A mí también me gusta. Pero es una fragancia que, como mucho, queda bien recién, recién duchado, cuando nuestro propio olor corporal (sí, desengañémonos, por mucho que te duches a diario y que te pongas desodorante, hueles a algo tuyo propio), decía que cuando nuestro propio olor corporal aún está apagado por efecto del jabón.
Pero luego nos movemos. O no nos movemos, da igual, aunque te quedes tirado en el sofá el aroma a limpio se va y entran en acción hormonas variadas. Y creedme, rara vez huele bien una colonia para bebé sobre el cuerpo testosterónico de un hombre adulto.
Sin embargo, la naturaleza no es cruel. Es sabia, y por eso genera seres exquisitos con talento para mezclar fragancias y darle al mundo perfumes y colonias pensados para casar con ese eau de macho que se lleva de serie. Para casar y para potenciar. Al fin y al cabo, se dice que a las mujeres se las conquista por el oído y por el olfato, ¿no?
