Alimentos naturales, ecológicos, bio u orgánicos, ¿siempre más saludables?
Nutrición

Alimentos naturales, ecológicos, bio u orgánicos, ¿siempre más saludables?

Cuando hablamos de alimentos solemos encontrar una gran variedad de ellos, encontrando muchas veces infinidad de opciones de un mismo ejemplar bajo diferentes rótulos o etiquetas tales como aquellos que se clasifican como "100% natural" o bien, los alimentos ecológicos, bio u orgánicos. Sin embargo, estas alternativas, ¿siempre son más saludables?

Alimentos naturales vs. industriales

Es claro que debemos reducir la ingesta de ultraprocesados o de aquellos productos que son en su mayoría de origen industrial, pues son precisamente lo más concentrados en calorías y los que menor calidad nutricional poseen como señala un estudio publicado en 2016.

Sin embargo, sus opuestos no son los alimentos naturales, pues dentro de toda la gran inmensidad de alimentos naturales que tenemos a nuestra disposición, hay algunos que no son saludables.

Natural

Por ejemplo, la miel que es producida por abejas y por ello no recibe ningún tipo de procesamiento industrial sino que es 100% natural, no es un alimento saludable sino que es fuente de azúcares libres o forma parte de los que hoy denominamos azúcares añadidos.

Algo similar sucede con los zumos de frutas que podemos elaborar en casa, aunque no sean industriales son fuente de azúcar que se absorbe rápidamente y que predispone a la obesidad así como a otras enfermedades si abusamos de ellos. Por lo tanto, lo mejor es escoger y consumir la pieza de fruta entera, pues en su formato también natural nos saciará más y tendrá mejores nutrientes que el zumo de fruta, aun el recién exprimido.

La nata derivada de la leche, la mantequilla que podemos hacer incluso en casa son otros ejemplos que nos hablan de que no todo lo natural es sano y por lo tanto, la etiqueta 100% natural puede ser un engaño que sólo podemos descubrir si prestamos atención a los nutrientes de cada producto o alimento.

Por otro lado, no todo lo de origen industrial es malo, ya que opciones como legumbres de bote, o vegetales y pescado congelado pueden ser de gran ayuda para comer más sano, entre otros procesados que no son puro azúcar, grasas, sal y calorías.

Ecológicos, bio u orgánicos, ¿siempre más sanos?

El sello que hoy en día más vende y atrae a los consumidores es aquel que señala que un producto es orgánico, "bio" o ecológico. Es decir, que se encuentra libre de toda sustancia química que pudiera resultar tóxica.

Así, los alimentos eco, bio u orgánicos son aquellos producidos sin pesticidas, sin fertilizantes, sin hormonas ni antibióticos y según el Reglamento Europeo son ecológicos todos aquellos alimentos que se producen combinando prácticas que promueven la preservación de recursos naturales y la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal. Son productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales en su totalidad.

Productos

Bajo esta definición, los alimentos ecológicos, orgánicos o bio pueden resultar beneficiosos por cuidar el medio ambiente en que vivimos y también, por exponernos a menos sustancias potencialmente nocivas como por ejemplo, disruptores endócrinos que pueden alterar el funcionamiento de nuestro organismo.

Sin embargo, como señala una investigación publicada en The American Journal of Clinical Nutrition señala que no hay grandes diferencias nutricionales entre un producto orgánico y uno producido de forma convencional, y que en algunos casos podría haber distinciones dependiendo de los métodos productivos empleados.

Entonces, no siempre los alimentos orgánicos, ecológicos o bio son más saludables que los convencionales o al menos, no lo son en lo que respecta a calidad nutricional. Por lo tanto, el sello de orgánico o bio también puede ser una gran estrategia de marketing que nos hace creer que son más sanos cuando no siempre lo son.

Nuevamente aquí nos queda prestar atención a los nutrientes de cada alimento, ya que una galleta orgánica puede estar colmada de azúcares y grasas trans siendo por ello, un alimento poco saludable para incorporar a la dieta habitual.

Una vez más, no debemos guiarnos por los sellos o las leyendas principales de cada envase, sino más bien, analizar sus ingredientes y nutrientes en profundidad, pues ni natural, ni orgánico o ecológico significan más sano.

Imagen | Laurel F e iStock

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