
Para el próximo invierno, el diseñador Jeremy Scott parece haberse divertido cogiendo las muñecas con las que jugaban sus hermanas cuando eran pequeñas, y transformando sus vestiditos en los protagonistas de su nueva colección.
En el desfile de Jeremy Scott para la próxima temporada invernal que se pudo ver durante la Fashion Week de Nueva York las coloridas telas con las que se habían confeccionado las prendas aparecían estampadas con ositos, dibujos animados, pero también cuadros, rombos, rayas o lunares.
Me rechiflaron los pantalones de cuero de Arlequín. Entiendo que no son para todos los días, y que hay que ser un poco atrevido para ponérselos, pero la combinación de colores me pareció espectacular, y estaban confeccionados de maravilla, pues parecían estampado y no cosidos entre sí, de uno en uno.
Los había también a rayas en una tela brillante, como acharolada, que llamaban mucho la atención. Combinados con esa camisa naranja y amarilla con estampado naïf de pollitos y gallinitas resultaban un poco too much, pero los pantalones son una auténtica pasada.
Las camisas estaban realizadas mezclando telas como si fuesen un patchwork: lunares en las mangas, pechera de ositos y en el cuello un estampado geométrico.
También se pudo ver pantalones cortados por la rodilla con peto en una tela acolchada con estampado de leones, elefantes y ositos en color amarillo pollito con toques turquesas y rosa chicle.
Lo mejor de todo los zapatos bicolor en naranja y amarillo, y las botas con cordones de vistosos colores con manchas de pintura que me recordaron un montón a unas que le vi una vez a Miquel Barceló en un reportaje que le hicieron en su estudio, mientras pintaba un cuadro de proporciones gigantescas.
Desde luego, una colección para hombres muy seguros de sí mismos, a quienes les guste jugar con la provocación y con un sentido del humor de lo más particular que, con toda probabilidad, no dejará indiferente a nadie.
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