Seguimos analizando más looks de los invitados a la ceremonia real que ha tenido lugar en la abadía de Westminster en el que el príncipe Guillermo y Kate Middleton han contraído matrimonio. Le toca el turno a Alberto de Mónaco, que ha acudido con su prometida, la nadadora Charlene Wittstock. Lo ha hecho con un chaqué, camisa en color gris perla y corbata a juego, un traje que tiene su porqué más que nada debido a la incipiente subida de peso que ha tenido y que ha hecho que hasta Karl Lagerfeld le recomiende perder peso para pdoer en su propio traje (de Armani) para el día de su boda.
Un look que lejos de parecer real, sin la cantidad de condecoraciones a las que estamos acostumbrados a ver en la ceremonia, resulta mucho más relajado, estiliza la figura y otorga un porte mucho más sencillo y señorial.
En el otro lado del ring se sitúan el príncipe Daniel y su esposa Victoria de Suecia, que quizás hayan sido la pareja mejor conjuntada que ha asistido a la boda bajo mi punto de vista. De adentro hacia afuera, corbata en color beige térreo sobre camisa estilo oxford y cuello inglés en color blanco, chaleco en gris perla con chaqué en color negro y pantalones con raya diplomática.
Un diseño muy pensado, que se estructura de adentro hacia afuera dejando las prendas de tonalidades más fuertes como la corbata en nude en un plano menor y aquellos tonos mucho más relajados y oficiales, cubriéndolos para no resaltar sobre el resto. Tanto Alberto de Mónaco como el príncipe Guillermo, lucen los dos unos zapatos oxford de horma clásica en color negro.
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