Resulta curioso a la par que triste que en eventos de este tipo, por culpa y exigencia del protocolo sea tan difícil hacer una aparición espectacular o bochornosa con los estilismos (aunque alguna se lo haya propuesto y lo haya conseguido), objetivo que por otra parte persigue el dress code y que a la vista de los resultados, ha conseguido a la perfección. Pero en el caso del público masculino es más acentuado todavía que en el femenino.
Con todos los looks que os hemos presentado hasta ahora, habréis podido comprobar que el patrón se repite en todos más o menos igual (exceptuando a David Beckham, que se ha querido descolgar dentro de lo posible del resto y no ha salido muy mal parado): chaqués, que varían en color pero son o negros o gris marengo, chalecos cruzados de triple y cuádruple botonadura (alguno innova como el sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, que ha apostado por llevarlo en color celeste) por lo general en tonos nude, y camisas blancas de popelín.
Por lo general el gris ha sido el color escogido por la mayor parte de los asistentes en lo que respecta a complementos e interiores de los chaqués (Guy Ritchie ha sabido combinar las distintas tonalidades de grises de manera muy adecuada) pero sin salirse de lo establecido y sin encontrar ningún diseño especialmente novedoso.
Todo el colorido, exceptuando en el look de Elton John como ya os hemos comentado que ha decidido introducir notas rosas y amarillas en el look, a diferencia de su marido David Furnish...
... acaba yéndose a las corbatas que son el único elemento en el que podemos innovar y poner algo de nuestra personalidad, porque tanto pantalones (raya diplomática) como los zapatos de horma clásica, se han convertido en todo un monótono catálogo que deja un poco que desear.
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