
Antonio Borden Ward popularmente conocido como Tony Ward, es uno de esos personajes que la moda necesita, precisamente por ser todo lo contrario al glamour, la elegancia y el estilo, palabras tan recurrentes siempre que se habla del fashion bussiness.
El ‘antimodel’ es el apodo que el mismo se puso, realista donde los haya, con su 1.80 de altura, una nariz más que aguileña , un rosto bien puntiagudo y cuerpo bien esculpido y estampado con más de veinte tatuajes, algo que no ha sido un handicap ni mucho menos para desarrollar un larga y extensa trayectoria profesional.
Tony sabe de sobra que el no es igual que los otros modelos, totalmente fuera del cánones de belleza clásicos, que gracias hay que dar, están cambiando, ha hecho de sus actitud, descaro, una fuerte personalidad y un estilo muy peculiar sus mejores armas para triunfar en este mundo, el de la moda, a veces tan encorsetado, igualmente encasillado.
Comenzó su carrera en el año 82, ya por aquel entonces posó para objetivos tan selectos como los de James Amstrong, Jim French o Rick Castro, protagonizando portadas, editoriales de moda, campañas publicitarias y más de una sesión subida de tono, en las cuales Tony nunca tuvo problema para posar totalmente desnudo, mostrar sus partes más nobles tampoco han sido problema para él, de hecho son muchas las imágenes a lo largo de su carrera en las que le podemos ver como sus padres le trajeron al mundo.
Algo muy peculiar ya que son pocos los modelos, y mucho menos los masculinos los que han desarrollado una carrera en el mundo de la moda, y al mismo tiempo han participado en sesiones eróticas, muchas de ellas tirando a un porno cuando menos peculiar, más artístico que otra cosa.
Su saltó a la fama, menester de sus peculiares trabajos, por lo menos para el gran público se debe en parte por su relación con la reina del pop, su unión con Maddona le catapultó a lo más alto, además de coincidir en el tiempo con la etapa más sexual y polémica de la artista, llegando a participar incluso en dos de sus videoclips, Justify my Love y Erotica, y en el controvertido libro SEX.
Fue en esta época en la década de los 90’s cuando varios diseñadores aprovechando el fuerte tirón de su imagen y apostaron por él para sus desfiles, siempre se ha visto diferente, y es que muchos de sus compañeros le sacaban más de una cabeza, algó que no supuso problema alguno, sino más bien todo lo contrario.
Custo Barcelona o John Galliano o recientemente para Dolce & Gabbana donde protagonizó uno de sus desfiles más comentados, haciendo muecas y guiños mientras desfilaba con ese aire de chulo que también le caracteriza.
Ha trabajado con los mejores fotógrafos David LaChapelle, Mario Testino, Steven Meisel , Steven Klein, Jean Basptiste Mondino o Terry Richardson, por nombrar algunos, ha protagonizado campañas y spots para marcas de la talle de Chanel, Fendi, Sisley, Calvin Klein, H&M, Diesel, Bailey, Wrangler o Diesel, ha sido chico de portada para publicaciones internacionales como GQ, Vogue, Hercules, V Man, Vogue, Dazed & Confused, Citizen K y hasta para el Playboy, y lo mejor de todo es que ha sus 48 años sigue trabajando como el que más, explotando su imagen, sexy, atrevida, pasota y porque no decirlo a veces hasta pretenciosamente guarra.
Además de modelo Ward es artista multidisciplinario, fotógrafo, actor, director, pintor, diseñador y hasta productor, ha expuesto en numerosas ocasiones parte de su obra en numerosas galerías y exhibiciones, a pesar de su agetreada vida tiene tiempo para la vida en familia, está felizmente casado con Shinobu Sato Ward y tiene tres hijos: Tora (Tiger) Dali, Lilli Tatsu (Dragon) y Ruby Love.
El estilo de Tony bebe directamente de su trabajo, ecléctico, su pelo es otra de sus señas de identidad, ha cambiado de peinado en numerosas ocasiones, con barba, bigote, perilla o afeitado, pelo largo, corto, ondulado, liso, engominado, rubio platino y hasta con tupé.
Dejes rockeros muy streetwear y un con un punto grunge, estilismos desenfadados hasta cuando se requiere la etiqueta, y es que nadie como Ward para lucir un traje de manera estudiadamente ‘dejada’. Los sombreros le apasionan, casi tanto como las chupas de cuero y sus imprescindibles vaqueros, que conjunta con camisetas básicas.
Fotos | Tony Ward
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