
Me imagino que a estas alturas de al año muchos ya estaréis hartos del crudo invierno que estamos pasando, si no nieva, llueve, si no llueve hay temporal y si no hay temporal quizá luzca el sol pero no con la suficiente fuerza como para que vayamos a la playa. Así que paciencia, todavía nos quedan unos mesitos antes de coger la toalla y disfrutar del sol y del mar como hace el modelo de foto de portada.
Con la ausencia del buen tiempo muchos os habréis decidido por acercaros de vez en cuando a un solarium, los más afortunados quizá se hayan cogido unos días de descanso, se han hecho la maleta y estén disfrutando de una semana en Canarias o en el Caribe.
El resto de los mortales que no queremos vernos con una cara blanca o con un cuerpo que no esté medianamente bronceado hemos optado por el uso de los autobronceadores. Un producto que ha pasado del tocador femenino al neceser del hombre moderno, del hombre Mensencia.
¿Qué hace que un autobronceador cumpla su cometido?. Pues un activo llamado dihidroxiacetona que al entrar en contacto con las células de la capa superior de la piel las oxida y proporciona un color tostado. Un color, por cierto, cada vez mejor conseguido, pues si en los 90 los autobronceadores tendían a igualarnos a todos con Naranjito, actualmente juegan con pHs o azúcares, entre otras cosas para imitar el tono de piel mediterráneo.
Como sólo actúa en las células más superficiales, cuyo destino es, en cualquier caso, ir desapareciendo gradual y discretamente, el color se va por sí mismo al cabo de unos días y se puede usar tantas veces como se quiera. Pero como todo buen producto de cosmética los autobronceadores vienen con un pequeño manual de instrucciones. Estos son los puntos a seguir.
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Es vital exfoliar antes el rostro, sobre todo la primera vez, incluso con una mascarillla. Es fundamental que la piel esté limpia y sana, sólo así conseguiremos un mejor resultado.
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Hay que insistir en las zonas más grasas de la cara, como nariz y barbilla.
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Nunca lo apliquéis en zonas con barba, patillas, etc. ya que corréis el riesgo de llevar una barba naranja como el pelo de Pumuki
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Para asegurar un reparto igualitario, os recomiendo poner una gota de producto en la frente, otra más pequeña en lo alto de la nariz, una en cada mejilla y una quinta en la barbilla
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Es importantísimo extender bien el producto y nada más acabar retirarlo de las cejas
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El paso final es lavarse bien las manos con jabón, las palmas naranjas son un error de novato
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Después, que nada roce la piel durante 60 minutos. El color tarda entre una y dos horas en aparecer. Si buscáis un tono más intenso hay que esperar unas seir horas y repetir
Pero estos autobronceadores de bote tienen un lado negativo:
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El autobronceador puede dejar marcas marrones en los cuellos de las camisas, especialmente en las blancas.
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Si se tienen muchas impurezas o puntos negros, estos pueden verse resaltados.
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A causa del vello, el resultado en hombres es más dudoso. Por eso si queréis aplicarlo sobre el torso mejor que este esté depilado o ligeramente rasurado.
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Las fórmulas secan un poco la piel, por lo que conviene usar un bálsamo hidratante.
Foto | Universalmen, Biotherm Homme, Cosmobelleza
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