Se acercan las fiestas, es hora de vestir elegantes, pero como estamos acostumbrados a ir más informales se nos suelen pasar los pequeños detalles. A mí la primera.
Sin embargo, esos pequeños detalles son valiosos. Empezando por un pañuelo en la chaqueta, que debería ser de seda, y una corbata a juego o que jugara con los colores del pañuelo, y acabando por algo que rara vez sacamos de su caja si no somos ejecutivos de traje y corbata 24/7: los gemelos.
Los que te regaló el yayo molan, junto con su rebeca es de lo mejorcito que nos han dejado. Sin embargo, los gemelos también pueden y deben modernizarse. Las joyas también pasan de moda.
Estas últimas temporadas el oro blanco está de moda. Aunque el oro amarillo es un clásico, lo cierto es que ir cargado de oros si no eres el rey de la baraja queda muy de otro tiempo (o, siendo mala, muy de otros barrios).
Lo chic hoy es llevar oro blanco, plata, acero. Y hay para todos los gustos y bolsillos. Algunos, como estos que os pongo de Emidio Tucci, se venden junto con la corbata. Para los que no les guste ir de compras esto tiene que ser una alegría, ¡dos en uno!
Esta temporada se vuelve a los gemelos redondos y clásicos (los de Montblanc tienen diamantes, oh la la), aunque algunas marcas, como Tous, rompen incluso con su propio estilo y optan por los cuadrados y rectangulares (os recuerdo que el oso dichoso es redondeado).
Lo bueno es que tampoco hay que quebrarse mucho la cabeza para elegir los gemelos adecuados. Sin son de color plateado por entero, no hay ni que pensar, y si tienen alguna piedrecita por lo general será en colores neutros.
Imagen | Tous, Montblanc, Emidio Tucci