
Sé que este post puede generar polémica entre los propios redactores de esta casa, pero o lo digo o reviento. Esta temporada no hay dios que no le haya plantado un bolso en el brazo a alguno de los escuchimizados modelos que ponen últimamente en las pasarelas (qué lástima, qué lástima). Y por ahí sí que no.
NO a los bolsos para hombre. De verdad. Las chicas no llevamos bolsos por gusto, bueno algunas sí, sino porque en nuestros bolsillos nunca cabe nada. Un bolso es un atraso. A la larga, la espalda se resiente (os juro que esto no es broma). Y no sólo eso: por culpa de los bolsos, un conjunto no está completo si no se lleva uno a juego. Es un verdadero suplicio.
Quien quiera que sea el que pretenda venderos un bolso, chicos, decid no. No ahora que todavía estáis limpios y podéis pasar sin ellos. No os dejéis engañar por un diseñador sin escrúpulos que sólo busca la mejor manera de aumentar sus beneficios con el menor gasto: decid no a los bolsos.
Lo cierto es que algunos, como el de la foto de arriba, parecen más una bolsa de viaje, pero los venden como bolso. Y de verdad, el mundo real aún no está preparado.
Los materiales son estupendos (cuero y piel, oh la la), las líneas rectas y sobrias le dan un aire muy masculino y los colores oscuros también contribuyen a esa sensación. Pero son bolsos, que no os engañen. El mp3 no pesa tanto, de verdad, cabe en el bolsillo de la camisa. Algunos dirán que la moda es así, que son las últimas tendencias, y todo lo que ellos quieran. Yo sólo veo una cutre estrategia empresarial consistente en meter por la fuerza en el mercado (aka, la sociedad) un elemento estético completamente accesorio que encima cuenta con una fuerte barrera psicológica de entrada (“los bolsos son cosa de mujeres”). Una cosa es ser estiloso, y otra un fashion victim. Di no a las drog… bolsos.
Imagen | Armani, Dolce and Gabbana