
Para ninguno de nosotros es nuevo el hecho de que la relojería es también una industria que, dentro del universo del lujo y al igual que la moda, mira hacia atrás en busca de inspiración, y con el pretexto perfecto de una edición más del Salón Internacional de la Alta Relojería en Ginebra, la firma Tissot presentó todo una línea nueva en homenaje a las maquinarias de los años cincuenta con diseños que conjugan por igual precisión, elegancia y nostalgia.
Con una esfera que muestra un nostálgico diseño con un toque moderno, el logotipo heritage original de Tissot se deja ver con las delicadas agujas facetadas, el imprescindible e icónico indicador de fecha a las 3 y, por último, el movimiento de cuarzo como nueva característica.
Como una perfecta incursión en la era en donde la nostalgia vende y los modelos vintage de relojes se coronan como los más codiciados por los hombres, Tissot ha sabido dar en el clavo con una línea en donde los detalles en dorado de las manecillas y las correas de piel con ligero aspecto envejecido resultan ser la perfecta pieza para llevar en la muñeca.
Y para lucir un perfecto halo de modernidad no podían faltar los diseños con cuerpo enteramente metálico con correa de rejilla milanesa, todo un dejo de elegancia para lucir con nuestro traje en la situación más elegante que se nos pueda presentar gracias a su construcción con caja de 40 mm y zafiro irrayable curvado, prácticamente resistente a cualquier golpe.
Tal y como si fuese heredado por nuestro abuelo, pero diseñado para el mercado actual, cada uno de los relojes de la línea Tissot Heritage Visodate Cuarzo se convierten en verdaderas joyas que no pueden pasar desapercibidas para los amantes y coleccionistas de las buenas máquinas para medir el tiempo.
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