El reloj Récital 16 de Bovet, diseñado por Pascal Raffy para que además de flipante sea, sobre todo, útil

El reloj Récital 16 de Bovet, diseñado por Pascal Raffy para que además de flipante sea, sobre todo, útil
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Hoy quiero hablaros del reloj Récital 16 perteneciente a la Colección Dimier de Bovet, un tourbillon con triple huso horario cuyos 487 componentes han sido manufacturados, decorados y ensamblados, uno a uno, a mano.

Para que os hagáis una idea del trabajo que conlleva montar un reloj de estas características comentaros que hasta los componentes más sencillos requirieron un mínimo de diez horas de trabajo cada uno.

De todos ellos, la espiral es el auténtico corazón de este reloj, y para instalarla hace falta un dominio perfecto de la nanotecnología, y un expertise y un savoir-faire que sólo unos pocos poseen hoy en día.

Las ocho agujas y los cuatro discos, que lo hacen tan llamativo y atractivo, no suponen un obstáculo, pues se leen bien porque respetan una lógica y una simetría. De eso se encargaron al diseñarlo Pascal Raffy y su equipo.

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El huso horario local destaca en la superficie total en una posición central. A ambos lados están colocados los otros dos husos horarios. Cada uno de ellos se completa con un indicador de día y de noche, y con un disco de zafiro con 24 ciudades, lo que le permite indicar simultáneamente tres horas de cualquier país del mundo.

A pesar de los centenares de engranajes necesarios para impulsar el movimiento de este tourbillon, este reloj garantiza una autonomía de siete días. Además, tiene un indicador de la reserva de marcha la mar de útil.

El uso de una triple aguja mantiene el equilibrio dinámico del balancín-espiral lo que impone una solución tanto cronométrica como estética. Como en toda la colección Dimier, el acero de los mecanismos, están finamente biselados y pulidos a mano.

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Los índices aplicados a las 3 y a las 9 horas están lacados en negro. La esfera de este reloj merece mención a parte pues ha sido manufacturada con una gran complejidad de dificultades técnicas y estéticas.

Por si todo esto no fuera suficiente, el reloj se puede personalizar, por encargo, con un engaste de diamantes - se puede elegir entre talla brillante o baguette- (fijaros en la foto de apertura del post), y con un grabado realizado a mano. El modelo está disponible en oro rojo y en oro blanco de 18 quilates.

Al tratarse de una edición limitada a 20 unidades por cada tonalidad de oro, se trata de un reloj para sibaritas o para coleccionistas empedernidos, no apto para todos los bolsillos. Pero, aunque no vayamos a pedir nada del menú (con diamantes 323.000 euros), nadie nos impide echarle una ojeada a la carta, ¿no os parece?

Más información | Bovet

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