
Lo sé, escoger una buena corbata es una tarea que a todos en alguna ocasión nos ha llevado por el camino de la amargura. Llegamos a la tienda con la camisa y el traje en mente y al verlas todas allí, tan brillantes, de colores tan bien escogidos y todas tan bien colocadas... nos perdemos en un mar de dudas en las que todas nos valen y al mismo tiempo ninguna. Y como nosotros no queremos que pase eso, y menos llevando como lleváis leyéndonos tanto tiempo, aquí van diez consejos para no errar en la elección ¡Adelante!
Como en todas las cosas, el tamaño sí que importa
El lazo tiene que tener unas medidas proporcionadas y no ser demasiado estrecho ni demasiado ancho. Lo correcto sería entre unos 8,5 a 9,5 cm en su parte más ancha, dependiendo por supuesto del tipo de nudo que utilicemos, que los hay de hasta cuatro anudadas que ni por asomo van a cumplir esta regla.
En el nudo está la clave
Quizás sea la parte más importante por encima del estampado que escojamos, pues un nudo mal hecho estropeará el resultado de manera inevitable. Ha de hacerse sin apretar demasiado pero también evitando el efecto "colgajo deshecho". Importante saber que deberemos deshacer el nudo de la corbata por la tarde y colgarla en la percha, cuando ya se haya estirado, por la noche.
Elige bien el material
Nuestras propuestas: jacquard de seda para el estilo más sobrio y regio, ligera seda de foulard cuando nuestro look apueste por la tela estampada y líneas de lana o patrones escoceses para la ropa deportiva de invierno.
El color tiene su momento
Se prefieren, como en los trajes y en general en el resto de la moda, colores claros para la mañana, acertando de lleno si optamos por los estampados. Por el contrario, la noche invita más a colores oscuros aunque aquí da igual si elegimos un modelo liso o un modelo estampado.
Fíate de tu propio criterio...
Intenta tomar los menos consejos posibles en la elección del nudo y no dejes que nadie lo escoja por ti. La única regla que existe es seguir tu propio instinto, que sea una acción irracional y sobre todo dar con uno con el que te encuentres del todo cómodo.
... pero siempre con cierta lógica
A ver, tampoco consiste en que nos pongamos lo primero que se nos pase por la cabeza. La elección de la corbata tiene que seguir una mínima lógica a partir de la cual nosotros improvisaremos. Dicha lógica tiene en mente el evitar patrones demasiados amplios o vistosos, nudos en corbatas que tengan un solo estampado central (el nudo queda realmente horrendo), los colores muy pálidos o las corbatas sosas sin personalidad alguna.
Se prefieren
A saber: corbatas teñidas en colores muy definidos, pequeños patrones geométricos y no-geométricos (el pois, pastillas, rombos, pequeños cuadrados, paisley, pequeños estampados en cachemere...), líneas transversales y a lo sumo, tres colores en la misma corbata.
¿Y qué colores?
La corbata debe destacar con el traje y con la camisa pero sin chocar con ellos. Debe ser de un color más oscuro que la camisa y más intensa que el de la chaqueta. A menudo es la única nota de color de un look formal, pero cuidado con exagerar. Evitaremos el verde guisante, el amarillo canario así como el rojo fuego y el rosa demasiado palo. Si apostamos por colores oscuros, el burdeos y el rojo oscuro, el azul, el verde y el marrón son los elegidos.
La camisa es la clave
La combinación con la camisa es un campo lleno de minas donde sólo tu buen gusto puede llevarte por el buen camino: debemos de evitar la combinación formada por una corbata con estampado cargado sobre una camisa de cuadros o la combinación de una corbata a rayas con camisa a rayas y chaquetas de materiales estampados (too much para el body).
¿Pañuelo, corbata o ambos?
Los más puristas dicen que la combinación corbata + pequeño pañuelo de bolsillo es difícil y debe evitarse, pues podemos correr el riesgo de parecer excesivos; sin embargo, a veces si ambas opciones sin discretas el resultado queda estupendo. Nosotros personalmente apostamos por ello y en su justa medida es una combinación ganadora. Eso sí, recordad que tenemos que evitar tener un look demasiado medido y cuidado al detalle y optar por algo más relajado y casual con lo que estemos cómodos y no se nos vea demasiado artificiales.
En Trendencias Hombre | El tartán del otoño son las flores de primavera: imprescindibles