
El mejor traje del mercado, sea de Ermenegildo Zegna o de Emilio Tucci, lo importante no es la marca, sino que te quede bien y ahí es cuando es el mejor traje; puede verse rebajado a un traje horrible si le añadimos una corbata determinada, de esas que dañan a la vista nada más verla.
Esto es lo que siempre a la hora de comer pienso al ver los distintos modelos que el presentador de deportes de TVE, Jesús Álvarez suele llevar o mejor aún, las elecciones de Sergio Sauca, quien sustituye al primero los sábados y los domingos, con unas corbatas nunca vistas.
La imagen que ilustra el post es precisamente del informativo de ayer, en el que Sergio Sauca optó por una corbata de rayas diagonales en tonos malvas y beiges que en una pantalla grande tenía un impacto para recordar.
Un buen traje necesita una corbata clásica a juego con éste, que se complemente en los colores con la chaqueta y con la camisa de debajo. No que sólo haga que se vea la corbata, atrayendo la atención del receptor a ésta, no por elegante sino por horrible. Una buena corbata se complementa con el traje y hace un todo, no va por libre como vemos en la imagen, en la que uno no es capaz de dejar de mirarla y preguntarse el por qué de su elección.
Así, cada día, cuando uno ve los modelos presentados por ambos periodistas piensa en si nadie les puede dar un toque de atención y decirles que van hechos un cuadro. A su lado, Sauca tiene a David Cantero, un hombre con estilo suficiente para olvidar la corbata y lucir sólo la camisa o cuando opta por este tipo de complementos, hacerlo siempre bien.
En resumen, si queremos optar por una corbata olvidemos los colores chillones, las formas imposibles y pensemos en si va a pegar bien con nuestro traje, de no ser así, mejor ir sin ella.
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