
El sábado estaba haciendo la compra y de repente casi muero entre naranjas ante el atentado contra el estilo que vi en la frutería de mi barrio. Un joven lucía orgulloso un sombrero borsalino con chándal. ¡Dios mío, se convirtió de repente en mi fuente de inspiración para hacer un post!
Aunque el ejemplo sea el chándal con el borsalino, podemos aplicarlo a cualquier combinación extraña que nos duela a la vista. Estoy convencido de que vosotros también os encontráis con este tipo de cosas por la calle. A ver si os animáis y en los comentarios nos dejáis algún ejemplo.
Un consejo que le daría a mi fuente de inspiración es que la mezcla de estilos o tendencias tiene que ser sutil y tener fundamento. Vamos, que en las pasarelas constantemente vemos ejemplos de fusión de estilos, pero no olvidemos que mucha de la moda que se ve en la pasarela está ideada y diseñada exclusivamente para los desfiles.
La moraleja es que está bien seguir las directrices de la moda, pero no tienes que forzar nada. Si no te queda bien algo, por ejemplo un sombrero, por muy estiloso que sea es mejor que prescindas de él.
Tenemos que conocer nuestro estilo y adaptar las tendencias a nosotros, no nosotros a las tendencias. Podemos seguir los colores o accesorios, pero si no nos quedan bien los pantalones anchos, porque estamos rellenitos y el efecto óptico que provocan es engordar, mejor no usarlos.
No olvidemos que tenemos que potenciar nuestros puntos fuertes, camuflando los flojitos. Tenemos que sacarnos el mayor partido de lo que tenemos, aceptando nuestras limitaciones o bien adaptando las tendencias a nuestro físico. Así seguro que acertamos.
Foto | zak mc | iesluisvelez
En Mensencia | Los nuevos borsalinos ya están listos para este verano