¿Sientes celos? 9 claves para saber si son normales o patológicos

¿Sientes celos? 9 claves para saber si son normales o patológicos
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Hay personas muy celosas, personas poco celosas y personas nada celosas, y hay personas que lo son dependiendo de cómo sea su relación, o según la fase por la que esté pasando con su pareja. Vamos, que sentir celos puede llegar a ser normal en algunos momentos de la vida y de una relación, pero puede llegar a ser patológico hasta el punto de destrozar una pareja. ¿Sientes celos? Os dejamos con nueve claves para saber si son normales o patológicos.

¿Qué son los celos?

Los celos son la respuesta emocional de una persona ante la amenaza, real o no, de pérdida de la pareja con la que sale o está, en beneficio de una tercera persona. Es el miedo a que la pareja decida irse con otra persona, pero no solo eso, hay quien siente celos simplemente porque otro se acerque a su pareja, porque la mire, porque la llame o envíe mensajes, etc.

Los celos pueden ser infundados, si todos los miedos están en la cabeza de quien los siente, o fundados, si las sospechas son lógicas porque quizás hubo algún tipo de infidelidad anterior o si además de las sospechas tiene algún tipo de prueba.

¿Por qué hay personas más celosas que otras?

Channingtatum

Los motivos son muchos, como hemos dicho al principio, y a veces no se puede reducir todo a "personas celosas" o "personas no celosas", porque la reacción de cada persona dependerá de muchos factores y entre ellos está el momento vital y el tipo de pareja que tenga. Por ejemplo, es muy fácil no sentir celos si tu pareja es muy cariñosa contigo y te dice a menudo lo mucho que te quiere y es más reservada con el resto de gente. Es más probable sentirlos si es muy cariñosa contigo pero también lo es con los demás, extravertida, si es muy de abrazar o besar a sus amigos. Y es bastante probable que sientas bastantes celos si contigo se viste normal y para salir con sus amistades se arregla mucho más, si la ves más radiante cuando está con otras personas que contigo y si parece más feliz fuera que dentro de casa. Tú eres la misma persona, pero la relación es diferente y, en consecuencia, te sientes más o menos celoso.

Todo depende además de otros factores como:

  • Tu nivel de autoestima: las personas con baja autoestima sienten más fácilmente que no son suficiente para sus parejas y que pronto encontrarán a otra persona de más valía.
  • Falta de amor y cariño en la infancia: muchos niños se rehacen, o lo viven con resiliencia, pero muchos otros no superan adecuadamente el haber crecido en un entorno donde los padres les dedicaban poco tiempo. Si sintieron que no eran importantes para ellos, sentirán seguramente que no son importantes para nadie en concreto en cuanto lleguen las primeras sospechas.
  • Tus relaciones anteriores: no es lo mismo que seas tú quien acabó con las relaciones porque sentías que no funcionaban, que fueran tus parejas quienes, en algún momento, decidieron no seguir adelante. Cuanto más dolor se sintió por una ruptura, más miedo se tiene a volver a sufrir y más celoso puede ser alguien.

Los celos que sientes, ¿son patológicos?

Los celos pueden ser normales y en ocasiones hasta "divertidos" y "románticos". Pon que tu pareja se viste deslumbrante porque va a salir y a pasárselo bien con otras personas. Te explica que estará no sé quién y no sé quién otro, y no sé quién más, y le dices: "Uy, mucha gente va a estar pendiente de ti, que vas deslumbrante", mientras arqueas una ceja en signo de preocupación. Puede ser un comentario adulador y pueden ser esos celos de "es que vas tan bien que alguien se te acercará seguro". La respuesta puede ser perfectamente un "no tengo ojos más que para ti", o "no te preocupes, sabes que te quiero más que a nadie", e ir seguida de una promesa o cita: "te compensaré tus preocupaciones mañana". Uno siente celos y a la otra persona le divierte la demostración de preocupación y amor, y propone una solución que demuestre que no hay nada por qué sufrir.

Markjenny

Son celos normales, porque en una relación los dos nos sentimos los más amados por la otra persona: únicos para ella. "Estoy con esa persona porque la quiero, porque me parece única y especial, y soy feliz, además, porque está conmigo y de ese modo me hace sentir la persona más importante para ella, única y especial".

Sin embargo, los celos pueden ser patológicos cuando por lo que sea empezamos a dejar de sentirnos únicos, y la solución no pasa por una tarde juntos o una noche loca, porque suelen ir a más y pueden llegar a ser incapacitantes para las dos partes de la pareja hasta el punto de acabar por quebrar cualquier relación.

Pero pensando que el tiempo es vela, que se deshace sin avisar, encarcelaste al amor que vuela con el temor de lo que se va.

Esta frase, de la canción "Lazos" de Pedro Guerra, lo resume perfectamente: se encarcela el amor libre, se oscurece, se controla, se limita para tenerlo siempre contigo por miedo a que se vaya, y se prefiere así que libre, como debería ser, fruto de la confianza y del amor, y sabedores los dos de que tu pareja está contigo porque quiere, no porque te deba nada ni porque seas su propiedad. Nadie es de nadie. Los dos estáis juntos y aceptáis ser fieles el uno al otro por amor, por respeto y porque creéis que seréis más felices juntos, compartiendo el camino, que por separado. ¿Qué sentido tiene estar juntos si ello os llevará a dejar de ser vosotros mismos? ¿Si eso hará que pongáis límites a la felicidad y la espontaneidad?

Los celos son patológicos si:

  • Empiezas a invertir tiempo en investigar a tu pareja y vigilarla: si le sigues, si le miras los mensajes del móvil, si lees sus correos electrónicos.
  • Llamas de vez en cuando para ver qué está haciendo: "nada, que te llamo para ver qué tal... ¿qué estás haciendo? ¿con quién dices que estás?".
  • Empiezas a inventar: en tu mente empiezas a imaginar que está con otra persona, que están hablando, que están flirteando, que están manteniendo relaciones sexuales...
  • Cuando hablas con tu pareja empiezas a sospechar que no te está siendo del todo sincera: "no hace más que hablarme de su amiga, de lo simpática que es... ¿no será que en realidad se está refiriendo a otro chico?", "no puede ser que siempre tenga trabajo extra, imposible que sea cierto eso de que se ha de quedar más tiempo en el trabajo".
  • Modificas tus horarios y tu vida para poder coincidir y controlar más a tu pareja: "mira, justo he podido salir antes del trabajo. ¿Hacemos algo?". Y esperas que te diga que sí, porque un "pues no esperaba que salieras antes, tenía hora en la peluquería" o "había quedado con X" o "pues yo saldré más tarde del trabajo" pueden resultarte frases demoledoras.
  • Controlas las miradas y los gestos: cuando vas con tu pareja empiezas a controlar a las personas de alrededor, como tratando de evitar que la miren, y en caso de que lo hagan miras a tu pareja por si corresponde esa mirada o hace algún gesto.
  • Te molesta que se vista bien si no es para salir contigo: aunque sea para ir al trabajo, aunque sea para comprar. "No sé para qué te peinas tanto si no vamos a salir", "no te compres ropa nueva que a mí ya me gusta la que tienes", "para qué pasarás tanto tiempo al espejo si a mí ya me gusta cómo estás".
  • Confundes tu comportamiento con amor: piensas que lo que haces es normal y así se lo explicas a tu pareja cuando se queja de que estás muy encima y que empiezas a molestar con tanto interrogatorio, que si lo haces es porque la quieres muchísimo.
  • Acabas por tratar de controlar su vida: incapaz de encontrar las pruebas que demuestren que te está siendo infiel, o que te va a dejar, acabas por "encarcelar el amor que vuela" y decides empezar a controlar su vida con los "no quiero que vayas", "prefiero que te quedes conmigo", "pues vámonos tú y yo, que no necesitas a nadie más", "a qué hora vuelves", "me dijiste que volverías pronto y mira...", etc.

¿Tienen solución?

Pues depende. Depende del grado de celos que haya, del momento en el que esté la relación. Si son los inicios, si solo son sospechas y preguntas para indagar, puede ser suficiente un poco de ayuda y comunicación. Si la relación ha llegado al punto que tratas de controlar completamente a la otra persona, porque has perdido la confianza, hay mucho trabajo psicológico por hacer. Esto quiere decir que hará falta de algún mediador que eche una mano a los dos para seguir adelante, si queréis intentarlo, trabajando sobre todo contigo, con la persona celosa, para que dejes de basar tu autoestima en la respuesta del otro (no es sano que la imagen que uno tenga de sí mismo dependa exclusivamente de lo que la pareja sienta por él), para que verbalices tus miedos y te demuestre que son infudados y para, poco a poco, ir cambiando esos pensamientos temerosos por vivencias felices juntos.

Hay que volver a disfrutar del amor, del cariño, y de la relación, basándose más en lo que podéis aportaros ambos que en lo que podéis perder, que en caso de celos es bien poco, porque el amor se ha convertido en desconfianza, miedos, sospechas y necesidad de posesión.

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