Cuidados cosméticos para el novio (I): antes de la boda

Cuidados cosméticos para el novio (I): antes de la boda
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El gran día se acerca. Ese día en que todas las segundas miradas van dirigidas a tí: eres el novio (mentalízate: la protagonista es la novia). Será uno de los días más importantes y felices de tu vida, y quisiera darte algún consejo para que estés todavía más guapo: la felicidad y las endorfinas harán el resto. El novio también debe acudir al altar con la piel impecable.

¿Porqué? Para empezar por satisfacción propia pero además para honrar el día de la ceremonia: ir vestido elegantemente también incluye cuidar el peinado y la piel. Harás mejor cara y saldrás mejor en las fotos: no quiero imaginarme al novio con bolsas y ojeras o la piel brillando porque se olvidó de hacerse la mascarilla purificante. Feo, muy feo.

Un buen estado de la piel es algo que debes cuidar con un par de semanas de antelación. Dos semanas antes para problemas que necesitan de más tratamiento como pueden ser las bolsas y ojeras que te acabo de nombrar. Si eres propenso a ellas, duerme bien y utiliza dos veces al día un contorno de ojos en gel: descongestionará la zona y la iluminará, quitándote años de encima.

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Se impone una limpieza de cutis y una manicura

Mi mejor aconsejo es que acudas a un centro de belleza y te hagas una buena limpieza de cutis. Además de relajarte los nervios previos a la ceremonia (¡Ayyy qué poco falta!). Esta puesta a punto de la piel del rostro será hecha en profundidad y con productos específicos que no tienes en casa: los productos profesionales no se venden y están más concentrados de activos. Vale la pena.

Ten la precaución de realizarla una semana antes de la boda por si algún producto te hace reacción alérgica, por si al extraer los puntos negros y granitos la esteticista provoca una pequeña inflamación (no por ser poco profesional) o cualquier otro efecto negativo que necesite un par de días de descanso para reponerse.

Para la ocasión, regálate una manicura para recibir la alianza con todos los honores. Si tus manos están algo olvidadas o estropeadas, coloca la crema de manos en la mesilla de noche: antes de ir a dormir y soñar con angelitos (y con invitados, con la suegra y con la tarta de bodas de tres pisos cayéndose por las escaleras), aplícate la crema en el dorso de la mano. Cuando cojas la de la novia, estará hidratada y suave.

El peinado y la barba

Conozco a un novio que esperó el último momento para cortarse el pelo. Quiso tenerlo perfecto para el día de la boda y su peluquera de confianza le dió su toque personal para que se viera con un corte algo distinto e impresionara a todo el mundo. La impresión no fué ni buena ni cómoda para él mismo: el segundo día tras la boda volvió a ser él mismo tras pasar otra vez por la peluquería.

Ese día hay que ir arreglado pero cómodo: nada de inventos a última hora. Si vas a dejarte patillas estilizadas para la ocasión o afeitarte la barba que llevas desde hace tiempo, no lo dejes para el último día: no provoques la fuga de la novia. Además deberás afeitártela antes de la limpieza de cutis para poner a tono la piel que va a quedar al descubierto. ¡No sabes la suerte que tenéis los hombres en esos detalles en comparación con la novia! (que no, que no tienes ni idea).

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¿Qué te molesta a diario? Soluciónalo antes del día de la boda

¿Te suena raro si te animo a que prepares tu neceser? Ahí puedes llevar todos los artilúgios de higiene personal y cuidados de belleza que sueles necesitar en el día a día. Cuando estés dando el sí quiero o cortando la tarta, no podrás desaparecer e irte a comprar el colirio porque te pican los ojos o la tirita o el parche para el callo que te está matando porque los zapatos son nuevos. ¿Usas lentillas? Tenlo todo preparado: así se evitan más nervios y contratiempos molestos.

Si eres de los que la zona T no les da un descanso, prepara papeles matificantes o algún producto S.O.S. contra el exceso de brillo: unos toques milagrosos en frente y nariz a media ceremonia o baile, y libre de brillos hasta que se vaya el último invitado.

Un tema delicado es el sudor: vas a estar nervioso, a bailar y no nos cuentes qué más. No está de más levarte un desodorante pequeño o toallitas desodorantes. Si al final no utilizas todo este arsenal, no importa: habrás sido sólo precavido y me odiarás por darte una idea inútil.

Lo que sea para que ese día sea perfecto, estés cómodo y sea el mejor de tu vida. No te tomes los preparativos como un engorro: puedes hacerlos especiales. ¿Un masaje para dos? ¿Una bañera caliente con sales de baño relajantes? Seguro que cabéis los dos y así acabáis de concretar los últimos detalles entre burbujas.

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