En estos días primaverales de constante cambio en las temperaturas y días más largos, podemos sentirnos cansados y desmotivados, una buena opción es el té verde para revitalizar el cuerpo y aportarnos energía.
El té verde es la segunda bebida más consumida en el mundo, es un excelente estimulante y una fuente hidratante para todos los días, ya que puede consumirse frio en verano, o caliente en invierno.
Contiene polifenoles que aportan propiedades antioxidantes, anticancerígenas y antibióticas. Su fabricación consiste en recoger las hojas jóvenes del té antes de que esta se marchiten, después son cocidas al vapor y secadas para el consumo.
Al impedir que sus hojas envejezcan tiene más acción antioxidante que el té negro. También contiene cafeína, un estimulante del sistema nervioso, que usado adecuadamente puede ayudarnos en estas fechas en las que necesitamos más energía o estamos más decaídos.
Ha demostrado ser capaz de disminuir la formación anormal de coágulos sanguíneos, gracias a su actividad vitamínica P o bioflavonoides que protegen la circulación sanguínea, el colágeno y favorece la absorción de la vitamina C.
También disminuye los niveles de azúcar en sangre. Contiene ligeros efectos antibióticos frente a ciertas bacterias, como los estafilococos y algunos virus. Actualmente se emplea en muchos productos cosméticos para la piel, limpiándola, nutriéndola y previniendo el envejecimiento, ideal para tratar las ojeras o limpiar el maquillaje de la cara. No sé a vosotros, pero a mi me ha sorprendido averiguar todas las propiedades de esta bebida rica y económica que ayuda a sentirnos con más ánimos.
