Dieta alcalina: qué es y por qué la ciencia no avala su puesta en práctica

Dieta alcalina: qué es y por qué la ciencia no avala su puesta en práctica

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Dieta alcalina: qué es y por qué la ciencia no avala su puesta en práctica

Si has escuchado hablar de la dieta alcalina como la solución a todos los problemas de salud e incluso, como una buena alternativa para perder peso, te contamos qué es y por qué la ciencia no avala su puesta en práctica para lograr un cuerpo en forma.

Qué es la dieta alcalina

La dieta alcalina o alcalinizante se promueve como la mejor forma de prevenir enfermedades mediante una alimentación que mantenga el ph de la sangre cercano a 7 y evitando su acidificación.

Para ello, la dieta alcalina elimina un gran número de alimentos que son los que tras su metabolización, poseen residuos ácidos, entre ellos: carne de vaca, pollo, pescado, marisco, huevos y lácteos en general, harinas refinadas, avena, pan integral y blanco, arroz y pastas.

Así, la dieta se basa básicamente en la ingesta de frutas y verduras, pudiendo acompañarse de leche de cabra o de soja, queso de cabra, tofu u otros alimentos proteicos de origen vegetal, así como también, legumbres, quinoa o amaranto que son pseudocereales.

Tras señalar que los alimentos que "acidifican" nuestro medio interno pueden ocasionar diferentes enfermedades como osteoporosis, cáncer u otras la dieta alcalina propone desintoxicar al organismo con alimentos con residuos neutros o alcalinos así como, ayudarnos a adelgazar y prevenir enfermedades.

Verduras

Lo que la ciencia dice sobre la dieta alcalina

La dieta alcalina, por basarse en una alta ingesta de frutas y verduras y alimentos ricos en fibra puede ser una dieta muy beneficiosa y saciante en muchos sentidos, sin embargo, tiene la gran limitación de eliminar muchos alimentos y grupos enteros de estos de la alimentación habitual.

Aunque una dieta reducida en proteínas animales puede tener beneficios a nivel renal una vez que se presenta una enfermedad en este órgano como señala un estudio publicado el año pasado, no es indispensable eliminar las carnes o los lácteos y huevos por completo de la dieta, incluso, no sería necesario evitar cereales beneficiosos como el pan integral o la avena.

Asimismo, aunque un exceso de proteínas podría favorecer la pérdida de calcio por orina y así asociarse a menor masa ósea, como indican científicos de Canadá, no hay suficiente evidencia al respecto e incluso, en personas mayores puede ser peor el déficit de proteínas que su exceso al momento de cuidar sus huesos, por lo tanto, una razón más por la cual la dieta alcalina no ofrece beneficios extra.

Dietalacalina

Por otro lado, al momento de adelgazar consumir más frutas y verduras puede ser de gran ayuda, pero la proteína animal, sin hidratos asociados es muy saciante y ofrece ventajas para mantener el hambre a raya, además, una dieta sin productos de origen animal merece una planificación extra para prevenir carencias y cuidar la salud con su práctica.

Por último, el ph de la sangre siempre se mantiene relativamente estable en 7 a pesar de lo que comemos, por lo que debería ser muy excesivo el consumo de alimentos de origen animal y muy reducido el consumo de frutas y verduras para desequilibrar el mismo, otra razón por la cual la dieta alcalina no tiene respaldo científico.

Entonces, si queremos cuidar la línea, sí es importante planificar bien lo que comemos, pero sin caer en extremos como los que propone la dieta alcalina de eliminar grupos enteros de alimentos, pues en nada favorece hábitos saludables ni sostenibles en el tiempo.

La dieta alcalina o alcalinizante no tiene una eficacia respaldada por la ciencia y aunque puede ayudarnos a comer más frutas y verduras y así beneficiar la salud, lo mejor es no eliminar alimentos sanos como avena u otros cereales integrales o los pescados por ejemplo, de la dieta.

Bibliografía consultada | Journal of Renal Nutrition, May 2017, Volume 27, Issue 3, Pages 151–160; Journal of Clinical Densitometry, October–December, 2013, Volume 16, Issue 4, Pages 420–425; y Journal of Environmental and Public Health, Volume 2012 (2012), Article ID 727630, 7 pages.
Imagen | iStock

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