Lo que las mujeres no entienden de la amistad entre hombres: que tengamos amigos sin hablar de las cosas importantes

Lo que las mujeres no entienden de la amistad entre hombres: que tengamos amigos sin hablar de las cosas importantes
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Si me preguntarais qué sé de la vida privada de mis amigos podría deciros que sé algunas cosas, pero que muchas se me escapan. De hecho, estoy seguro que si a mis amigos les preguntara sobre mi familia y mis hijos, sobre cómo me siento como padre o como pareja, sobre mis sentimientos, muchos no sabrían responder. Por eso hoy vamos a hablar de esto, de lo que las mujeres no entienden de la amistad entre hombres: que tengamos amigos sin hablar de las cosas importantes.

¿Qué son las cosas importantes?

Cuando nos dicen que no entienden cómo podemos hacer amigos, y mantenerlos, sin hablar de cosas importantes, se refieren a las alegrías, las penas, el día a día... aquello que nos preocupa o inquieta, lo que nos quita el sueño, y aquello que nos hace sentir mejor, nuestras ilusiones, nuestras expectativas hacia algo, nuestros logros, etc.

Ellas no conciben una amistad sin hablar de ello, sin comentarse las cosas, sin preguntarse unas a otras por aquello que se explicaron días atrás, sin apoyarse o aconsejarse, y por eso se quedan extrañadas cuando volvemos de estar con los amigos, nos preguntan por ellos, y respondemos "pues no sé".

Mis amigos del fútbol

Hablo por ejemplo de la relación que tengo con mis amigos del fútbol. A muchos de ellos los conozco desde hace 20 años, y ha habido épocas en las que no he sabido de ellos durante un tiempo. Hace unos meses decidimos volver a juntarnos como antaño para hacer partidillos un día a la semana y el primer día nos saludamos, nos pusimos al día rápidamente ("Tú tenías dos hijos, ¿no?", "¿Sigues trabajando ahí? Ajá",...) y pelota en el centro del campo para empezar a jugar.

Llegué a casa y Miriam me preguntó por ellos, que cómo está este, que qué tal aquel, y yo "Bien, bien todos...", y se quedó esperando a que le contara los detalles: "¿Bien y ya está? ¿No les has preguntado qué tal con la mujer? ¿No les has hablado de tus hijos? ¿De que tienes un perro? ¿De tu trabajo?". Y le dije "pues no, la verdad es que no". Semanas después, unos cuantos partidos después, tampoco les he hablado de ello. Sí ha surgido alguna conversación sobre los niños y las mujeres, pero nada trascendental, la verdad.

¿Y así con todos los amigos?

Amigos y emociones

No, por supuesto que no. Nosotros también tenemos amigos de aquellos a los que les podemos contar "lo importante". Esos que te escuchan y te intentan aconsejar, esos que están ahí para lo que haga falta, pero no es estrictamente necesario.

No lo es porque las raíces de la amistad entre mujeres y hombres pueden ser muy diferentes (son generalizaciones, claro, pero la cosa puede ir por aquí):

  • Las relaciones entre hombres no tienen por qué tener ir ligadas del mundo emocional: probablemente siguiendo con lo que hacían nuestros antecesores en tiempos impertérritos, en que los hombres iban juntos a cazar y las mujeres se quedaban juntas organizando sus hogares, las familias y el pueblo en general, hablando más de sus cosas y preocupaciones, nosotros hacemos muchas amistades con un objetivo instrumental, de hacer cosas: el amigo con el que te vas a correr, el amigo con el que ves el fútbol, el que te llevas al cine, o unos pocos con los que lo haces todo... es decir, son amigos porque hacemos cosas juntos.
  • Las relaciones entre hombres no tienen por qué ser alimentadas con el tiempo: las mujeres son muy de ir llamando cada cierto tiempo o escribiendo por redes sociales a sus amigas de hace tiempo para ir sabiendo de las otras y saber cómo están y cómo les va todo, y los hombres no tenemos esa necesidad. Pueden pasar años sin saber del otro y en cualquier momento recibir una llamada porque nos necesita, y estar ahí para lo que haga falta (y viceversa). No hay más que ver la diferencia cuando se juntan varias mujeres y varios hombres: ellas suelen contarse cosas de su día a día, decisiones que han tomado, cosas del trabajo, de la casa, de... no sé, es que se lo cuentan todo, y los hombres hablamos más de anécdotas del pasado o del presente, de cosas que nos hacen reír, nos hacemos bromas, hablamos de los intereses comunes (móviles, coches, fútbol, etc.) y en general buscamos menos la aprobación o los consejos del otro.
  • Las relaciones emocionales pueden ser más estables que entre mujeres: a pesar de todo, cuando hay emociones, cuando los hombres tienen un vínculo más personal, de más confianza, la relación puede ser más estable que en las mujeres porque tendemos a ser más simples, más directos, menos rencorosos (cuando discutimos con nuestros amigos, la reconciliación suele ser más fácil que en el caso de las mujeres)... quizás porque tampoco solemos necesitar mucho del otro más allá que un poco de apoyo moral. Sea por genética, sea porque nos educaron así, los hombres solemos tratar de solucionar nuestros problemas por nosotros mismos (que no quiere decir que sea mejor ni peor, sino simplemente diferente).

Obviamente, y como he avisado, solo son generalizaciones, pero resumiendo, las amistades entre hombres pueden ser muy profundas y emocionales, pero pueden ser perfectamente mucho más superficiales, de compartir actividades, tiempo y risas, sin tener por qué saber mucho de la otra persona. Y aún así, estar ahí para cuando un amigo, sea de los que sea, te necesite.

¿Lo veis así?

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