¡Di no a las gorras!

Sé que llega el verano, y que con él llegan los calores insoportables – no vengáis a llorarme por el sol, que vivo en el sur de Andalucía -, pero hay una cosa que ningún hombre de bien debería llevar jamás: una gorra.

Las gorras no favorecen a nadie. Sean de Dolce & Gabbana o del rastro, las gorras son el complemento ideal de los raperos trasnochados o de los kie que compran ropa de Armani Jeans pirata.

Hay diez razones fundamentales por las que nunca nadie debería llevar gorra, y las diez están aquí.

1. Te hace sudar la cabeza. Y el sudor te ensucia el pelo. Miiiic. Error.
1. Puede crear la ilusión de que hay algo de pelo en tu cabeza, así que cuando te destapes delante de gente que te acaba de conocer con la gorra puesta y todos vean tus entradas-abono de temporada alucinarán y ya no podrán apartar los ojos de tu incipiente calva.
1. La visera da sombra sobre los ojos y coges moreno-Batman.
1. El Príncipe de Bel-Air las llevaba. Y eso fue en los noventa.
1. Jay Z las lleva. Hoy en día. Me da igual que sea el gachó de Beyoncé, sigue siendo pecado mortal. Más aún si las combinas con anillos de diamantes.
1. Si te vas a poner al sol y tienes calor, mójate la cabeza con frecuencia. Si lo haces bien te dará un aspecto sexy y relajado, en lugar de “eh, mira, he venido a pescar con mi padre“.
1. El complemento ideal de las gorras son las riñoneras. Me da igual que el Follonero quiera volver a ponerlas de moda. Muerte a ambas dos.
1. Nadie debería parecer un BackStreet Boy cuando los propios BackStreets Boys ya no se parecen a los BackStreets Boys.
1. En ciertos barrios, podrías ser víctima de actos de violencia inaudita. Y por una vez no sería en los marginales.
1. Algo que en dos minutos destroza el trabajo de toda una mañana merece morir. Peluqueros versus gorras. Fight!