De aquí a unos años atrás (o meses, que algunos tenemos un concepto espacio-tiempo muy disperso los martes), una oleada de corbatas de punto ha invadido las alfombras rojas más hipsters y los escaparates más modernos.
Un complemento perfecto que al mismo tiempo que puede darle ese toque rebelde a tu traje en el trabajo o en la cena de empresa, le puede dar seriedad a esa blazer que tanto te gusta sacar los sábados a paseo porque dos rubias te dijeron que te sentaba de maravilla. Sea cual sea tu caso, aquí van nuestras cinco razones para tener una (o dos) esperándote en tu armario.
Variedad y versatilidad
Para gustos, las corbatas
Sentido no le falta a esta frase porque no encontraremos otra prenda con mayor versatilidad que las corbatas: todo tipo de estampado, todo tipo de gama cromática y ahora, casi todo tipo de tejido ¿Pensabas que si es de punto íbamos a tener menos registro? Para nada, te asombrarías de la cantidad de propuestas que existen.
¡Mira una moderna, mira una moderna!
La corbata tradicional ya no mola, tenemos que pasar página. Y a la pajarita le quedan los días contados fuera de los eventos en los que el dress-code esté a la misma altura que la vivienda (séase, muy alto) ¿Pero la corbata de punto? Ese toque rebelde, moderno, diferente, juvenil... tu complemento ideal para sacar a pasar el postureo que llevas dentro por los bares de Malasaña.
La pala ancha, para la playa
Las corbatas de cuerpo estrecho estilizan mucho más la figura sin hablar de que suavizan el registro, eso es así. Pero cuando las vemos en el H&M nos parecen que tienen poco cuerpo... que es una corbata débil, de chichiná: pues bien, la corbata de punto sabe jugar en ligas grandes y no debería asustarte su cuerpo estrecho porque el punto grueso consigue suplir a la perfección esa carencia.
Nos gustan los juegos de texturas
Y no, no me refiero a que duermas un día con sábanas de esparto y al siguiente con algodón egipcio. Cuando hablamos de contrastes no solo hablamos de cortes y colores, también hablamos de texturas. Y el punto grueso no veáis lo bien que se lleva con el lino, la seda o el algodón, que los dichos populares son sabios: los que se pelean, se desean.
¿En tu casa o en la mía?
Cada vez es más fácil encontrarlas en las tiendas, la verdad. Desde Massimo y Dutti y Zara hasta Burberry o Hermés, pasando por algunas expertas en la materia como Soloio. Si queremos hacernos con una no tendremos que quebrarnos mucho los sesos para encontrarlas. Y eso, corriendo los tiempos que corren, se agradece.
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